Entintado: Materiales y sus usos

El entintado es el trabajo sucio en la creación de historietas. Aquí veremos los materiales que se usan con mayor frecuencia, y para qué sirve cada uno.

Primero que nada debo aclarar que, aunque tengo algunos años de experiencia trabajando con tinta, no me considero ningún maestro en el campo y la única razón por la que hago esta entrada es porque me lo han sugerido y porque sé que hay varios aquí que están interesados en el tema. Voy a tratar en lo posible de compartir con claridad los fundamentos básicos y algunos otros datos que me han sido de utilidad. A quien esté interesado en profundizar o mejorar de manera significativa el entintado de sus cómics, le aconsejo buscar diversas fuentes de información, si bien para ampliar lo que está expuesto aquí, para encontrar técnicas alternativas, o simplemente cualquier información importante que se haya dejado por fuera en esta entrada.

Espero que esto resulte interesante a los visitantes del blog en general, y también que pueda serle de alguna utilidad a los artistas.

Tinta China

Comenzamos entonces. El primero y más importante de los materiales es, obviamente, la tinta. Existe una gran variedad de tintas que tienen diversas propiedades y usos, pero en la creación de historietas lo común es utilizar tinta china. La tinta china está hecha principalmente a base de carbón disuelto en agua. Esta tinta se consigue ya preparada en cualquier papelería o tienda especializada en materiales de arte, se encuentran en una variedad de marcas (yo personalmente he utilizado por años la marca Pelikan), y el rango de precios es razonable considerando su rendimiento.

La tinta, una vez seca en el papel, es casi indeleble; si se conserva el arte en un lugar con demasiada humedad por cierto tiempo puede llegar a arruinarse, pero es infrecuente que eso ocurra. El arte no mancha al contacto con las manos, ni puede estropearse con el sudor de los dedos, como ocurre con la acuarela. Sin embargo es siempre inteligente no manipular mucho una obra de arte, y especialmente mantener las manos alejadas de la parte trabajada del papel, para no comprometer su integridad. Esto último es bastante obvio, pero un buen consejo nunca está de más.

Rapidograph

El primer instrumento que vamos a observar que nos permite plasmar la tinta en el papel es el Rapidograph. Una de las ventajas del rapidograph es que trae un compartimiento que llenamos con tinta una vez cada cierto tiempo (semanas o meses, dependiendo del uso) y tiene la comodidad que puede utilizarse como un marcador: se destapa, se usa y se guarda, sin mayores complicaciones. Sin embargo es un instrumento delicado que puede estropearse si se descuida, lo recomendable es que se use con frecuencia, aunque sea sólo unas pocas líneas cada semana, la falta de uso puede obstruirlo, algunas veces de modo irreversible.

El rapidograph viene en varios tamaños numerados (si mi memoria no me falla) por los milímetros de su punta. Como podemos observar en la foto arriba, su trazo es uniforme, sin variedad. Es fácil de manejar, aunque si no se tiene cuidado se puede manchar al trabajar con él al pasar la mano o un dedo por un trazo que aún no ha secado. Es especialmente útil para hacer líneas largas rectas y uniformes con ayuda de una regla, aunque también puede servir para el rotulado (hay alternativas mejores que no voy a discutir en esta entrada) y para las líneas de las viñetas. Un rapidograph de punta gruesa, como el caso del ejemplo en la foto, también es práctico para rellenar espacios de negro que no son muy grandes, o para repasar bordes de espacios más amplios que se van a rellenar luego con pincel, facilitando el trabajo. También sirven para las líneas de los bocadillos -o globos- de texto.

El rapidograph, por sí solo, puede cumplir todos los propósitos de entintado en la creación de un cómic, aunque sus líneas carecen de carácter. Líneas más variadas e interesantes pueden lograrse con el rapidograph pero requieren de varios trazos, y hay alternativas mejores como veremos a continuación.

Plumilla de punta dura

La plumilla es una punta de metal curva que se coloca en un soporte y se utiliza sumergiéndose en tinta y luego aplicando sobre el papel. Su tamaño y flexibilidad es variable y tiene diversos propósitos. En la foto podemos observar una plumilla de punta dura. La flexibilidad en la punta de una plumilla es lo que causa variedad en el trazo, mientras más dura es la punta, más uniforme es el trazo. Si se compara con la imagen del rapidograph, podemos ver que los trazos de esta plumilla son un poco más variados. Una característica de las plumillas es que su punta está dividida en dos mitades, al afincar la punta contra el papel, estas mitades se separan y el grosor del trazo depende de esta separación.

Cuando no se ha utilizado este instrumento, lo primero que hay que saber es que la parte cóncava debe mirar al papel… esto puede parecer contra-intuitivo porque es justo en la parte cóncava que se encuentra la tinta. La plumilla no debe llenarse con demasiada tinta, si se sumerge en el frasco de tinta hay que escurrir antes de empezar a dibujar. Una alternativa es sumergir la punta de la plumilla en la tapa del frasco,la tapa tiene un tubo que alberga cierta cantidad de tinta y puede utilizarse para trabajar directo de allí.

Lo segundo que hay que saber es que la tinta no dura casi nada en la plumilla, en unos pocos trazos -o un trazo suficientemente largo- se va toda la tinta. A diferencia del rapidograph, trabajar con plumilla es como trabajar con pincel, hay que remojar una y otra vez en la tinta.

Ya dije antes que mientras más dura sea la punta, más uniforme es el trazo, pero también más fácil de manejar el instrumento. Las plumillas más flexibles suelen ser más planas, y su punta más afilada, y es fácil que la punta se clave en el papel, salpicando tinta en todas direcciones si no se tiene cuidado. Sin embargo las plumillas más flexibles crean los mejores trazos, como veremos en la imagen siguiente.

Plumilla Flexible

Al apreciar la imagen anterior es fácil comprender la razón por la que se utilizan estos instrumentos, se pueden lograr trazos uniformes gruesos o delgados, o variar el grosor a lo largo del mismo. Hacer estas líneas con un rapidograph sería un trabajo tedioso, la plumilla flexible lo logra en un solo trazo, ahorrando tiempo y dando carácter a las líneas. Esta maravilla de la ingeniería, sin embargo, tiene sus desventajas. Es difícil de utilizar, incluso teniendo cierta experiencia. Es particularmente difícil con las curvas, éstas hay que hacerlas con extremo cuidado para que no ocurra -como se dijo más arriba- que la punta se clave en el papel y salpique. No es muy recomendable para rotular, aunque se pueden lograr efectos interesantes y ciertamente tiene más personalidad que el rapidograph (esta plumilla es la que utilizo para rotular mi cómic K-78, el texto en la foto está rotulado con el instrumento).

Las plumillas deben lavarse bien después de utilizarse, si se descuidan tienden a acumular tinta seca en su parte cóncava y esto puede deformar la plumilla (se puede ver esto en la plumilla gruesa en la foto más arriba, pero ésa no la limpio por otras razones). Si se utilizan por un corto tiempo pueden simplemente secarse con papel absorbente o un trapo seco, si se han usado el tiempo suficiente como para que comience a aparecer una capa de tinta seca, entonces hay que utilizar agua.

Pincel

Finalmente tenemos el pincel. Éste es un instrumento que cualquiera, artista o no, conoce bastante bien. En la foto tenemos un pincel número cero (#0), como puede verse, es capaz de lograr una variedad de trazos, si bien lograr uniformidad -sobre todo en los trazos gruesos- no es tarea fácil para mí, quizás otros artistas lo encuentren algo menos exigente. Por lo general pocas personas entintan utilizando solamente pinceles, pero sí existen algunos casos… y también por lo general estos contados artistas logran mejores efectos que con las plumillas y son admirados en el medio.

El pincel tiene dos usos fundamentales para los desafortunados que no podemos hacer todo el entintado con ellos, el primero es rellenar espacios amplios porque su punta puede expandirse y cubrir áreas grandes en un trazo y también porque su cuerpo puede albergar una gran cantidad de tinta en comparación con la plumilla.

El segundo uso importante del pincel es crear efectos, uno de los preferidos son los efectos en las telas, una tela arrugada puede lograrse con facilidad con pocos trazos del pincel, mientras que con plumilla o rapidograph requiere más esfuerzo y puede lucir menos espontáneo. Otro efecto bastante común que se logra con facilidad con el pincel es el agua, ese movimiento tranquilo en un lago o el oleaje de mar a la distancia . También es muy útil para crear follaje.

Vodkas

Aquí vemos de forma bastante clara la diferencia entre entintar un mismo personaje con plumilla y con rapidogrpah.

El rapidograph crea líneas claras y simples, es la clase de líneas que se ve con frecuencia en animación y en las tiras cómicas de periódicos, aunque también tiene sus partidarios en las historietas, el mejor ejemplo que puedo pensar es Hergé  con sus libros de las aventuras de Tintin (a partir de Tintin en América, los dos libros anteriores tienen un estilo muy probablemente logrado con uso de plumilla).

La plumilla tiene más personalidad en la línea, en el ejemplo gráfico es más evidente en las líneas que deja el personaje al desplazarse por el agua, cada línea es creada de un solo trazo.

Un modo no es mejor que otro, Hergé prefería sus líneas claras y uniformes y otros artistas prefieren variedad en sus trazos, a la final es cuestión de gustos, pero es bueno experimentar con todos los instrumentos y ver cuáles se adaptan a nuestros gustos creativos.

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