Reseña: Machera (Comics Mitos Urbanos)

Impresiones sobre el primer número de la revista Comics Mitos Urbanos.

Leer los números de Comics Mitos Urbanos es algo que quería hacer desde hace mucho, mucho tiempo. Finalmente pude conseguir una copia de Machera y otra de Knoche.

Ayer (15 de abril de 2010) leí Machera y quería hacer una reseña con mis primeras impresiones y algunas críticas (espero se tomen como constructivas, nada fue hecho con malicia).

En general es una lectura bastante interesante, se trata de un personaje -mitad realidad y mitad leyenda- del que no sabía mucho y del que sólo había escuchado debido a esta publicación. Machera fue un criminal que tenía por costumbre ayudar a la gente de su barrio, se le recuerda por acciones como robar farmacias para regalar medicinas a los pobres. Tras una muerte violenta a mano de la justicia, su fama no hizo sino crecer hasta convertirse en leyenda, mucha gente pide favores y milagros a su espíritu.

Al igual que el primer número de la revista Zuplemento, Machera contiene una combinación balanceada de artículos en prosa y de cómics, y también un poema en verso, todo realizado por una variedad de artistas y escritores. Las páginas están claramente numeradas y al principio encontramos un índice con todo el contenido.

La publicación abre con una nota editorial escrita por Carolina Rodríguez (coordinación y producción general, y guionista). Comenzamos por una breve reseña del cómic underground en general, y de algunos autores y publicaciones nacionales y de América Latina. Y finalizamos con algunos párrafos referentes al proyecto Comics Mitos Urbanos y al personaje elegido para esta primera edición.
Una lectura amena, aunque la ilustración en la parte inferior del spread (las dos páginas que ocupa el artículo) llega a tocar el texto en algunas partes, distrayendo de la lectura e incluso obstaculizándola en una parte.

Hay algunas inconsistencias con la palabra Cómics, en el logo y la mayor parte de la publicación la encontramos sin tilde (Y de esa forma voy a escribir Comics Mitos Urbanos porque supongo que es la forma oficial de la publicación), pero en la nota editorial leemos el título “Cómics Mitos Urbanos” con la palabra acentuada. Es un error que puede pasar fácilmente desapercibido y que sólo menciono porque a lo largo de la publicación encontré un número considerable de errores ortográficos, y no puedo sino comparar con el excelente trabajo editorial del primer número de la revista Zuplemento. CMU se hubiera beneficiado de contar con un editor que revisara a fondo tanto los artículos como las historietas. No recuerdo cuáles artículos o cómics contienen errores y cuáles no, mis disculpas a los escritores/historietistas que redactaron sus artículos o rotularon sus cómics sin errores por no identificarlos en esta reseña.

Los artículos en prosa presentan la pequeña inconveniencia de estar muy cerca de los bordes de las páginas y a veces la encuadernación dificulta un poco la lectura, pero en ningún momento se me hizo imposible leer algún párrafo.

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Antes de comenzar con el primer cómic de la publicación nos encontramos con un poema de José Méndez titulado “Que [sic] macho eres Machera”. Para ser honesto, no se trata de una gran obra de la literatura universal, pero sirve su propósito de introducirnos al personaje histórico (no toca el tema sobrenatural) en unas pocas líneas. El poema está acompañado de una interesante ilustración, un gato blanco sobre lo que parece ser un charco de sangre, pero no está firmado y no sé quién lo dibujó. Pasé un buen rato observando la ilustración, es bastante simple pero bien lograda, verla me trae una sonrisa al rostro.

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En la página siguiente tenemos el primero de los cómics, y mi favorito de la publicación, titulado “Por Dentro”. Fue escrito por Manuel Amit Gonzáles, dibujado por José Méndez, y rotulado por Angie Vergara.

Excepto por algunos efectos de sonido en un par de viñetas, las primeras cuatro páginas transcurren sin texto alguno, visualmente Méndez logra una narrativa fluida, desde la primera página el arte te dice todo lo que tienes que saber para comprender lo que está ocurriendo e introducirte en la historia. El arte es llamativo, algunas páginas resaltan por sobre otras, hace buen uso del colorido (en escala de grises y texturas, la publicación no tiene color salvo por la portada). También hay que mencionar que aunque la diagramación es creativa, es bastante intuitiva y fácil de seguir, nunca tienes que preguntarte cuál viñeta va primero.

El argumento es coherente y bien organizado, el lenguaje es coloquial y adecuado para el tema, Gonzáles utiliza la cantidad de diálogo necesaria para contar su historia y deja espacio para que su colaborador también pueda complementar la narración con imágenes e incluso tener algún protagonismo como se ve en las primeras páginas.

No se puede pasar por alto la rotulación, Vergara hace los globos -o bocadillos- digitalmente, y el texto a mano (no sé si en papel o en tableta digital). Los globos son interesantes porque se utiliza un modo único para cada personaje, de forma que puedes identificarlos aunque hablen fuera del panel. El texto es legible y las líneas son simétricas y centradas al punto que parecen hechas por computadora. Sin embargo hay algunos errores ortográficos que distraen un poco de la lectura.

No sé si el equipo creativo ha colaborado en otros proyectos (no he revisado la lista de artistas de Knoche), pero me he quedado con ganas de ver más, trabajan muy bien en conjunto.

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Seguimos con un artículo titulado “¿Quién era Machera?”, escrito por el padre J. Fernández. Parece ser extracto de alguna otra fuente en lugar de haber sido creado para la publicación de CMU, aunque no puedo asegurarlo. La información que presenta sobre la vida y la leyenda póstuma de Machera no es muy detallada, pero sí deja algunos datos importantes.

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Luego encontramos un cómic titulado: “Para Machera / De Naiyibi”, escrito y dibujado por Leonardo González. Esto tenía el potencial de ser más interesante, pero sufre de algunos defectos narrativos que hacen la historia confusa y casi imposible de seguir. El arte tiene muy buenos momentos, pero todas las páginas siguen un modelo de diagrama sobre las que el artista se toma algunas libertades, lo que lo hace ver genérico además de repetitivo. El orden de las viñetas es sumamente confuso, a pesar que cada página está dividida en seis viñetas simétricas que no deberían presentar problemas de lectura. La rotulación es variada y te permite saber quién habla o escribe, pero incluso eso no sirve de ayuda para saber cuál parte leer primero y cuál después.

Los defectos del cómic son cosas que se pueden corregir sin mucha dificultad, es un artista que podría hacer mejores trabajos si se dedica un poco a pulir sus habilidades narrativas visuales. Como escritor, sin embargo, creo que requiere más trabajo, nada imposible de lograr, pero podría beneficiarse de colaborar con otro escritor y dedicarse a desarrollar mejor el arte de narrar visualmente.

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A continuación tenemos una de las partes más interesantes del número, se trata de un reportaje describiendo el enfrentamiento con la policía y muerte de Machera, publicado pocos días después del incidente (3 de octubre de 1977) y escrito por Rolando Dugarte Angarita en lo que supongo es un periódico local llamado “El Vigilante”.

Además de ser un documento histórico que complementa muy bien el número de Comics Mitos Urbanos, me parece una parte importante porque es el único momento en que representan a Machera como un criminal, sin ningún tipo de exaltación heroica en vida, ni fabulosa en muerte. Creo que hizo falta más de esto porque me da la impresión que la publicación enfatiza mucho un Machera idealizado, más personaje ficticio que histórico, omitiendo casi por completo la cruda realidad de su actividad fuera de la ley, el daño que causó a la sociedad, la sangre que se derramó por sus acciones, la pérdida innecesaria de vidas incluyendo la suya propia.

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Siguiendo el formato de Cómic – Artículo – Cómic – Artículo, nos encontramos con la tercera historieta, titulada “Un último cigarro, Machera” con guión de Carolina Rodríguez, arte de Luis Marquina, y con la colaboración de José Méndez -el artista del primer cómic- en función de asistente de arte.

(No pude conseguir una imagen más grande, sorry)

El argumento es una curiosa fantasía surrealista que nos muestra la experiencia sufrida por Machera tras su muerte, una historia simpática del más allá, respaldada con arte que, si bien no está al nivel de los cómics anteriores, es decente y efectivo en su narrativa.

Visualmente, las viñetas alocadas de la segunda página son la mejor parte, mezclan hábilmente ilustración con fotografía y logran conseguir el efecto que requiere el argumento.

Como crítica, el cómic contiene algunos errores ortográficos. También debo confesar que la tercera página me costó comprender lo que estaba sucediendo, pero no sé si será mi culpa, del guión, del arte, o alguna combinación de las anteriores.

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El número prosigue con un -cito- “extracto del trabajo de Francisco Franco: El culto a los muertos milagrosos en Venezuela: Estudio Etnohistórico y Etnológico” . El extracto lleva por título “¿Caridad o Solidaridad?»

El artículo expone algunos puntos con los que no estoy totalmente de acuerdo y la lectura me resultó algo tediosa y poco acertada. No creo hacerle bien a nadie al discutir propiamente todos los puntos con los que no estoy de acuerdo… y sería de por sí un trabajo aburrido de redactar para mí, y de leer para ustedes, así que dejo el tema hasta aquí, y quien lea la obra que saque sus propias conclusiones.

Más adelante en la publicación hay otro extracto de Francisco Franco que es un poco más interesante, pero ya hablaremos luego de eso.

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El penúltimo cómic es una obra llamada “El recién finado” por Rafael Marquina. Se trata de otra figuración de lo que podría haber sido la experiencia postmortem de Machera. El argumento a decir verdad se me hizo algo pesado, además que con un tema parecido al anterior perdió algo del impacto que pudo haber tenido de haber sido el único. El defecto más grave del cómic es su narrativa confusa, leer el rotulado casi da dolor de cabeza, la penúltima página presenta una serie de preguntas y respuestas que no pudieron estar peor organizadas: todas las preguntas por una parte y todas las respuestas por otra, forzándote a ir y venir de un lado de la página a otro en lugar de fluir con naturalidad.

Apartando eso, el cómic tiene la ventaja de contar con un arte excelente. Mi favorito fue el arte de José Méndez pero si alguien me dice que el mejor arte de Machera es el de Marquina no tendría nada que objetarle a pesar que mis gustos difieran ligeramente. Visualmente muy creativo, abundantes ideas interesantes en el diagrama de cada página.

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Antes de llegar al último cómic y finalizar la edición, nos encontramos con un último artículo, otro extracto de la obra de Francisco Franco, esta vez titulado: “El mito y los muertos milagrosos”. A diferencia del extracto anterior (ambos de la misma obra), éste me resultó más interesante. Aunque la narrativa de Franco se me hace tediosa, y su frecuente recurso a citar otros autores termina haciéndose algo pesado, se mencionan una serie de razonamientos interesantes en el extracto… hasta qué punto son las citas y hasta qué punto son ideas de Franco, ya no recuerdo.

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Cerramos la edición con un cómic titulado “La historia de Carmen”, escrito y dibujado por Leonardo González, y basado en una idea de Manuel González. Esta es mi segunda favorita de las historietas incluidas en el número.
El arte está bien logrado, aunque se me hace que funcionaría mucho mejor en colores, en su forma final me parece que tiene mucho espacio en blanco y muy poco contraste con el negro o gris del arte. Pero igual tiene varios momentos brillantes, mi favorito es una imagen de Machera que ocupa toda la página.

El argumento es posiblemente el mejor elaborado de la publicación, González sabe cómo contar una historia, cómo estructurar sus ideas y darle forma. En algunas partes la falta de globos hace difícil saber quién habla, pero no es tan confuso ni tan frecuente como para resultar molesto.

La historia transcurre en un momento posterior a la muerte de Machera, cuando ya se ha convertido en leyenda. Un buen detalle de los editores fue organizar las historietas de modo que se van sucediendo en forma cronológica, Machera en vida, durante su último día, dos en el más allá, y finalmente ya hecho un mito.

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Antes de cerrar la tapa nos encontramos con algunos detalles biográficos del equipo editorial y creativo con unas caricaturas simpáticas de cada uno… pero no sé quién las dibujó.

Machera es un trabajo con sus defectos y virtudes, y a pesar de las críticas que he hecho es un trabajo que disfruté mucho leyendo. Me hubiera gustado ver alguna foto de Machera incluida, pero ni siquiera sé si existen fotos de él.

No estaba muy seguro de cuál sería mi reacción porque mi situación de ateo y escéptico no sólo me evita creer en cosas supernaturales como milagros o la simple persistencia de la existencia después de la muerte, sino que algunas de estas creencias y supersticiones me resultan un tanto antipáticas. Sin embargo la publicación resulta entretenida, informativa, y no te impone las partes sobrenaturales que rodean al personaje como verdades absolutas, puede disfrutarse por creyentes y no creyentes. Es una lectura que le recomendaría a cualquiera (pero no es material adecuado para niños), no sólo por apoyar los trabajos nacionales, sino por su propio mérito.

Tengo entendido que el cómic se encuentra agotado y puede ser difícil de conseguir, de todas formas pueden preguntar en el blog o en el foro, dejar su e-mail o algo así, y quizás alguien tenga alguna copia nueva o usada que quiera vender. Vale la pena intentar.

Disculpas por lo extenso de esta entrada, espero la hayan disfrutado, próximamente la reseña del segundo número de Comics Mitos Urbanos: Doctor Knoche.
Raw

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Doctor Knoche puede conseguirse todavía en varias librerías de Caracas, para mayor información:
http://comicmu.blogspot.com/2009/06/donde-conseguir-los-comics-book.html

No se olviden de visitar el blog oficial de Comics Mitos Urbanos:
http://www.comicmu.blogspot.com/

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